sábado, junio 06, 2009


VUELVE SIEMPRE AL CAMINO DE LA LIBERTAD.

Cuando de repente te parezca que has perdido todo lo que pensabas haber ganado, no desesperes. Tu curación no es una línea precisamente recta. Debes esperar retrocesos y regresiones. No te digas a ti mismo: “Todo está perdido. Tengo que volver a empezar”. No es verdad. Lo que has ganado ganado está.
A veces, aparecen en el horizonte de tu conciencia cosas menudas que te hacen perder terreno durante algún tiempo. La fatiga, una indicación que viene acompañada de un acento aparentemente frío, la falta de habilidad de alguno para escucharte, el olvido inocente de otro – que tiene toda la apariencia de rechazo - , cuando todas estas cosas se suman, pueden hacerte sentir que estás volviendo al sitio de donde habías partido. Reflexiona tranquilamente en todas esas circunstancias, en vez de apartarte del camino durante cierto tiempo. Cuando vuelvas al camino, volverás al lugar en el que lo dejaste, no al lugar de donde partiste inicialmente.
Es importante no detenerse a acampar o a refugiarse en los breves momentos en los que te sientes apartado de tu marcha hacia delante. Intenta volver a casa, al hogar, al lugar fuerte que hay en tu interior, y hazlo inmediatamente. De otra forma, esos momentos empiezan a unirse a otros similares, y juntos pueden llegar a adquirir una gran fuerza y a alejarte muchísimo del camino. Intenta permanecer alerta a esas distracciones que parecen inocuas…
Confía en todo momento en que Dios está contigo, que te ha dado compañeros de viaje. Vuelve una y otra vez al camino de la libertad.

Tomado de “La voz Interior del Amor. Desde la angustia a la libertad”. Henri J.M. Nouwen.

jueves, junio 04, 2009

Todo es posible.


-->
Nuevamente pasó un año sin que escribiera algo en este espacio…Mi doctor, Jorge Villacura me pregunta en cada control médico si he escrito en el blog. Le gusta que escriba.
Desde que comencé este tratamiento por mi enfermedad decidí dejar algo así como una crónica de lo que ocurriera. Varios meses después de los primeros tratamientos y medicamentos diarios tenía la sensación de que uno o dos meses eran algo asi como uno o dos dias de evolución médica. Sigo pensando lo mismo… Quizá por esa razón dejé de escribir acá tanto tiempo, es como si sólo hubiera pasado un mes o dos.
Estoy muy contento y agradecido de Dios… las dosis iniciales de corticoides especialmente han bajado de 60 mg a 20 mg dia por medio, el inmunosupresor también ha bajado de 100 a 50 mg. Diarios.
Hay dias en que me siento casi “normal”, sano, como si no existiera esta enfermedad. Claro que no todo el dia, y claro que hay dias en que tengo la sensación de que no me puedo ni los brazos… pero sigo adelante, hago lo que hay que hacer y me exijo como si todo fuera normal. A veces me canso mucho… pero al otro día, no importa como me haya acostado, despierto renovado, descansado y listo para enfrentar el dia a dia.
En estos tiempos nos gusta hablar de porcentajes… si tuviera que asignar un porcentaje a cada aspecto de mi recuperación, tendría la tentación de decir tanto por ciento de esto o aquello.
Creo que Dios ha tenido una gran muestra de amor hacia mi, me permite ver la vida de otra forma, desde otra perspectiva, el valor de las cosas simples podría decir… es más que eso.
Me esfuerzo por vivir dia a dia de una forma agradecida, disfrutando todo lo hermoso que ocurre diariamente en lo cotidiano. Soy más generoso con los demás y conmigo mismo. Ocupo el tiempo en lo que me parece importante… hacer un buen trabajo, tener una buena convivencia con los que me rodean y sobre todo vivir nuevamente mi fe.
Dios usa la medicina, la sabiduría humana en las ciencias medicas, los avances en tratamientos, la buena sicologia aplicada, la perseverancia y la autoexigencia para no derrumbarse, la tolerancia, la comprensión, la fe, los buenos libros… todo eso en su conjunto para mi modo de ver conforman lo que produce un “milagro” de sanidad.
Hoy, al cruzar la calle intenté correr un poco (hacía más de cinco meses que no lo intentaba), me sentí liviano, corrí como si mis piernas estuvieran sanas y firmes… fueron solo unos metros… pero me sentí bien. Me emocioné, creí que ese dia estaba aun lejano.
Hay vientos de cambio!!
Sigo leyendo autores cristianos; alimentan mi espíritu. Me gusta leer a Henri Nouwen; leí “Tres etapas en la vida espiritual” y diariamente leo porciones de “La voz interior del amor”, También disfruto leyendo a Dietrich Bonhoeffer; últimamente leí su libro “El precio de la Gracia”.
Cada dia repito en mi mente el pasaje de la Escritura: “Todo lo puedo…en Cristo…que me fortalece”.
Quería escribir cuando tuviera la certeza de que algo nuevo pasara en todo esto.
Algo nuevo ocurre hoy.