miércoles, agosto 31, 2005


Creer en algo...


Me llegó esta hermosa lectura hace algunos dias y la comparto plenamente,

por esto la pongo a disposición de aquellos cibernautas

que aun no hayan tenido el gusto de leerla:


No creo en conseguir a una persona que nos "llene la vida",

creo en una vida llena para poder compartir la felicidad con otra persona.

No creo en que el amor lo genera alguien,

creo en que el amor está en nosotros,

si hemos llegado a crecer lo suficiente como para desarrollarlo y mantenerlo,

y que de pronto se dispara por personas que comparten pensamientos y sentimientos.

No creo en la exclusividad de dar y estar,

creo en una actitud frente a la vida integral, con diferentes expresiones pero sin condiciones.

No creo en el "amor" a primera vista ni en "creer en alguien" en muy poco tiempo.

Creo en hablar el mismo idioma, en el sentimiento, en la comodidad de estar cerca,

en conexiones de energía, como los ríos que se unen en un mismo curso.

No creo en el amor de hoy prometido para toda la vida,

Creo en el respeto y en la sinceridad. En el amor maduro que nos deja espacio para crecer juntos...

Creo en el amor que dos deciden, en el amor que nos da la gana de compartirlo... sin presiones... sin exigencias.

No creo en esfuerzos "unilaterales" por llegar. Creo en la naturaleza del fluir y coincidir.

El estar centrados para escuchar hasta donde podemos llegar. Para equilibrar sin sufrir.

No creo en amar sufriendo, creo en amar con armonía.

En que el amor es más y nunca menos. En el "te quiero" sin por qué...

No creo en amores que coartan, en amores que frenan.

Creo en las relaciones que nos apoyan en los malos momentos,

que leen la mirada... que sonríen con el alma... que están...

No creo en callarse por no dañar...

Creo en la comunicación como la mejor vía para construir, coincidir y decidir.

Creo en la absoluta sinceridad al decir "te amo" y también al decir"me voy".

Creo en que la vida la construimos nosotros y creo en la frase que dice...

"La vida es 10 por ciento lo que nos sucede y 90 por ciento cómo reaccionamos a ello",

y lo único que nos puede asegurar que así sea,

es tener la valentía de enfrentarla sin miedos en el presente ya que el mañana podría no estar...

Creo completa y ciegamente en el amor puro, integro, incondicional, cálido,

ése que es tan profundo, como sensación, como belleza, como entrega,

que en esencia no se diferencia del maternal, del fraternal, de la amistad, del de pareja.

Creo que debemos asegurarnos cómo lo hacemos llegar, porque nos toca puntos distintos,

pero al final es uno solo... el que está en nosotros como consecuencia de tener mente,

emoción, sentimientos y corazón.

Autor: Angel Ramón Vega Lara (México)

publicada también en www.tubreveespacio.com

miércoles, agosto 17, 2005

Domingo 19 de junio día del padre....qué día! Estaba con mis dos hijas en el living de la casa, feliz de compartir y estar con ellas en uno de esos días especiales del año. De pronto en la mañana nos llega la noticia, terrible: “El Jimmy falleció esta mañana en un accidente en auto”.No puede ser, fue la primera frase que vino a mi mente, pero me quedé mudo. Estaba seguro de que no era cierto, lo había visto unas pocas horas antes, la noche anterior. La vida es hermosa El sábado en la noche estaba compartiendo con un grupo de amigos, nos dieron ganas de comer maní salado... partí solo a comprar al único negocio que está abierto después de las 12 de la noche...donde los Camus. Eran las 1.15 más o menos, había un pichintún de maní y nos reímos por lo mismo. En el negocio había un ambiente especial, alegre y distendido, me quedé conversando un rato y para mi hubo un detalle especial esa noche: Jimmy me saludó con la misma cordialidad de siempre, sin embargo ese día (no se por qué) me saludo con un apretón de manos mientras me decia con una alegre sonrisa; “wena profe’, como ‘tamos”....al parecer nadie más lo notó, para mi fue un detalle grato. Esa noche me contaron que iban a un cumpleaños en la casa del ‘Gelo. Se veían felices, alegres, sonrientes. La vida es extraña Cuando supimos lo del accidente quedé perplejo, me tuve que sentar en el living, no se cuantas veces volví a decir; “no puede ser”... y lloré, discretamente ante mis hijas.El sábado en la noche el Jimmy no me saludo con un apretón de manos, en realidad, como han dicho sus familiares, él se andaba despidiendo. Me siento contento que de mi también lo haya hecho... y con una sonrisa.Fue mi alumno en Cuarto Medio, también lo fue su señora María José, y, sin ser amigos ni tan cercanos, siempre los veía, cruzábamos algunas palabras y los apreciaba. El dolor de sus padres me acongojó mucho. Tuve que serenarme un poco antes de visitarlos y cuando me acerqué a don Miguel no pude decirle ni una sola palabra, sólo apreté fuertemente su mano y lo abracé: “cualquier cosa que necesite, aquí estamos”, fue lo que le pude decir un poco más tarde. Y en eso estamos, en estos largos dos meses que ya han pasado. La principal preocupación ha sido la recuperación de la Pepa: lenta, dolorosa y difícil. La vida es muchas veces injusta En el orden natural de los eventos de la vida un padre no debería sepultar a sus hijos, no a esta edad. Menos a un joven con las cualidades que todos reconocemos en el Jimmy..Como mencionó un amigo de don Miguel,: cuando un padre fallece decimos que queda un huérfano, cuando una esposa muere decimos que ha quedado un viudo. Pero cuando un hijo muere....no hay palabra, va contra el orden natural de la vida.Estos últimos dos meses, día a día, han sido de reflexión, de apoyar a la familia y de agradecer por cada día de vida que nos toca vivir, por estar sanos, poder caminar libremente, respirar y realizar los planes de la vida.La vida es frágilNo hay respuestas ni explicaciones justas frente a lo sucedido. Solamente palabras de consuelo y búsqueda de lo trascendente. No hay un “por qué “ válido. Quizá algún “para qué”, alguna lección, un alerta ante la insensibilidad de la vida. Cómo escribió Philip Jansey (en su libro DESILUSION CON DIOS) cabe preguntarse, “por qué no a mi” en vez de por qué a mi. Si le ocurre esto mismo a tantas familias en el mundo injustamente, por qué no me puede pasar a mi. La vida es hermosa, extraña, frágil, a veces injusta ... y nos guste o no hay que seguir viviéndola. El desafío es "vívela lo mejor posible" y disfruta las cosas simples de lo cotidiano. Qué esta pérdida tremenda para la familia Camus sirva de remezón para nosotros los que todavía estamos aquí, para vivir mejor, para vivir más plenamente. “SÓLO EN LA MÁS OSCURA NOCHE PODEMOS APRECIAR EL INTENSO BRILLO DE LAS ESTRELLAS” (Pp Suazo. Escrito el Miércoles, 17 Agosto de 2005)