jueves, agosto 17, 2006



La evolución terrestre en un dia
Supongamos que el planeta nace a las 0 horas; a las 4 algas y bacterias
surgen en los mares; hacia las 18, moluscos y crustáceos; hacia las
23 horas, los dinosaurios reinan en la tierra y se extinguen 40 minutos después.
En los 20 minutos siguientes evolucionana los mamíferos,
a las 23.50 aparecen los primeros primates, sus cerebros se triplican cuando falta
un minuto para las 24 horas, allí, en los últimos 60 segundos, emerge el ser humano...
(Hubert Reeves, citado por Patricia May, en su libro "Todos los reinos palpitan en tí").
Según señala esta autora existe un "pulso cósmico"... el latido del corazón, el pestañeo de los ojos, la vibración de los átomos, las olas del mar...el día y la noche, los ciclos de dormir y despertar, el invierno y verano, nacer y morir son pulsaciones, metáforas de las fuerzas interiorizadoras y exteriorizadoras del cosmos.
Sensibilizarse y permitir que estos cambios ocurran, sabiendo que todo termina para volver a comenzar de una nueva manera es moverse al compás de la vida como es, aceptándola en vez de oponerse a los ciclos en el intento de sostener los estados inmóviles y fijos.
...una vida sin encuentro interior es una vida sin expresión personal, sin sustancia, sin esencia.
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado" (Eclesiastés).
Vivimos aferrados a la juventud, al dinero, a un estado de pareja, de relación familiar; apretados, negando nuestra naturaleza en el vano intento de que nada cambie. Le tememos a las crisis, a la confusión y con ello sólo conseguimos más tensión, dureza, rigidez... La manera de que una relación perdure en el tiempo es que se vaya ajustando y aceptando los cambios. Intentar una relación estática lleva a la inmovilidad que genera explosiones y rupturas por ahogo.Hemos llegado a un punto tal de negación de nuestro bio y psicorritmo que ya ni siquiera podemos percatarnos de ello. El camino de vuelta en este sentido es volver a escucharnos a nosotros mismos, a nuestras necesidades de actividad o repliegue, ablandarnos, flexibilizarnos y estar dispuestos a Vivir en una confianza total, sumisos a las fuerzas que mueven nuestro Ser.
(Patricia May; "Todos los reinos palpitan en ti, mensajes y Metáforas de la evolución")